El Rol Estratégico del Agro en la Sostenibilidad Frente a las Restricciones Europeas
El reglamento 1115 de la UE genera controversia en Sudamérica. Gabriel Delgado defiende al sector agro como clave en la sostenibilidad, rechazando acusaciones injustas de contaminación.
El Reglamento 1115 de la Unión Europea sigue siendo motivo de debate en los países de América del Sur, donde ha desatado fuertes reacciones tanto en el ámbito político como en el productivo. Este reglamento, que busca imponer mayores regulaciones ambientales, ha sido percibido como una amenaza a la soberanía de los países sudamericanos en cuanto a las decisiones sobre sus sistemas productivos, particularmente en el sector agrícola.
Gabriel Delgado, secretario técnico del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), explicó en una entrevista para 5Días TV que este reglamento tiene implicaciones significativas para el sector agropecuario, ya que podría condicionar severamente las políticas internas de los países sudamericanos, afectando su capacidad para tomar decisiones autónomas en materia de producción agrícola.
Delgado expresó que, si bien existe un consenso sobre la necesidad de mejorar la sostenibilidad ambiental, es injusto responsabilizar al sector agropecuario de ser uno de los principales causantes de la contaminación global. "El sector agropecuario ha sido erróneamente señalado como uno de los mayores contaminadores, cuando en realidad juega un papel esencial en la lucha contra el cambio climático", afirmó el representante del CAS.
Según Delgado, la implementación de esta normativa ha generado una reacción adversa no solo en el sector privado de América del Sur, sino también en Europa, donde los productores locales también han mostrado resistencia. “Incluso el gobierno alemán ha solicitado la suspensión temporal de la normativa debido a la controversia que ha generado en diversas esferas”, señaló.
Delgado enfatizó que la contribución del sector agropecuario a las emisiones globales es mínima en comparación con otras industrias, como la energética. Además, destacó que este sector es uno de los más afectados por el cambio climático, enfrentando sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos. “Estamos convencidos de que el sector agrícola no solo es parte del problema, sino que también puede ser parte fundamental de la solución”, subrayó.
Una Barrera Comercial Oculta
Uno de los puntos más críticos del reglamento, según Delgado, es que podría convertirse en una barrera comercial disfrazada, que favorezca a Europa al tiempo que perjudica a los países más competitivos del sur. “No podemos permitir que estas normativas sean utilizadas como herramientas para administrar el comercio en Europa, disfrazadas de preocupaciones ambientales”, afirmó.
En este sentido, Delgado reafirmó el compromiso del CAS con la mejora de la sostenibilidad en los sistemas de producción agrícola, pero dejó en claro que las decisiones soberanas no deben ser sacrificadas en nombre de regulaciones impuestas desde el exterior. "Estamos comprometidos con un modelo de producción sostenible, pero sin ceder nuestra autonomía ante regulaciones extranjeras que buscan imponer condiciones desfavorables para nuestras economías", sostuvo.
Resistencia Generalizada en Europa y América del Sur
El debate en torno al Reglamento 1115 no se limita a América del Sur. Delgado destacó que también en Europa los productores agrícolas han levantado su voz contra las restricciones, considerando que estas políticas perjudican la competitividad del sector. “El conflicto ha crecido en Europa, donde los agricultores locales están viendo cómo estas decisiones afectan negativamente sus propios mercados”, explicó.
Según Delgado, los sistemas agrícolas del sur del continente están mejor posicionados en términos ambientales que los europeos, debido a factores como el clima, el uso más eficiente de insumos y una mayor integración con los ecosistemas locales. No obstante, la implementación del reglamento aún enfrenta retrasos, lo que ha generado incertidumbre sobre su entrada en vigor. “Es una ley difícil de revertir, pero con los cambios en el parlamento europeo y en las autoridades agrícolas, este tema aún tiene capítulos por escribirse”, comentó.
A partir de octubre, se espera que se reanuden las discusiones en torno a una posible postergación o modificación del reglamento. Delgado insistió en que los países sudamericanos deben continuar generando y presentando evidencia científica sólida para respaldar sus posturas. “Es fundamental que demostremos con datos que nuestras acciones también están orientadas a mejorar el medio ambiente, pero sin permitir injerencias externas en nuestras políticas internas”, señaló.
Compromiso con la Sostenibilidad
Finalmente, Delgado destacó que el Consejo Agropecuario del Sur seguirá trabajando en defensa del sector, apoyando decisiones basadas en datos concretos y en un enfoque holístico de la sostenibilidad. “Nuestros productores están comprometidos con la sostenibilidad porque dependen de un clima estable para sus actividades. El sector agropecuario es uno de los más afectados por el cambio climático, pero también uno de los principales actores en la búsqueda de soluciones globales”, aseguró.
En su llamado a la cooperación internacional, Delgado subrayó la necesidad de un esfuerzo conjunto, pero sin ceder ante medidas unilaterales que perjudiquen la soberanía de los países sudamericanos. “Queremos trabajar juntos para mitigar el impacto de eventos extremos como las inundaciones y los incendios, pero no a costa de sacrificar nuestra capacidad de decisión interna”, concluyó.